Las niñas y los niños pueden ser víctimas de abuso sexual. La educación sexual es un factor importante para prevenir estas situaciones.

Se considera abuso tanto si existe la aceptación del menor
como si no, y tanto si se produce como si no se produce contacto genital.
Hay que enseñar a niños y niñas a discriminar las conductas
sexuales inadecuadas, a que sepan rechazarlas y a que no reproduzcan ni imiten
las conductas sexuales violentas. Existe el derecho a decir que no ante una
expresión afectiva que desagrada.
Hay que dejar claro que si se encuentran en alguna situación
así, pueden y deben contárselo a un adulto en quien confíen, que no son
culpables de nada y que no debe haber secretos.
Para finalizar, hay que tener en cuenta que en la relación diaria de las educadoras y educadores con las niñas y niños es necesario el contacto físico, ya sean abrazos, caricias, besos, e incluso tocar los genitales de los pequeños para ponerles crema a la hora de cambiarles los pañales, etc.
La sociedad actual tiende a veces al alarmismo en estas cuestiones, lo cual frena la realización de algunas actividades. Por esta razón es imprescindible establecer y mantener una adecuada comunicación entre familias y escuela para que los niños y niñas no pierdan la oportunidad de realizar actividades por culpa de malentendidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario