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jueves, 22 de diciembre de 2016

Vacaciones de Navidad y cómo entretener a nuestros peques



Llegan las navidades y no sabes qué hacer para entretener a tus hijos y por eso desde mundo infantil  te proponemos una serie de actividades para hacer de estas fechas unos momentos únicos en familia.
En primer lugar ¿Por qué no decoramos nuestro árbol de Navidad? Recortaremos una cartulina verde en forma de árbol,  y lo adornaremos con bolas de colores en cuyo centro  escribiremos los valores que queramos que primen en nuestro día a día.

¿Qué tal un poco de deporte entre atracón y atracón? Podemos llevar a nuestros pequeños a la pista de hielo y pasar un rato muy agradable en familia.

Además, podemos incluir  entre nuestras actividades un cuenta cuentos, quien  introducirá a los pequeños en el mundo de la literatura. Este tipo de servicio lo puedes encontrar en las bibliotecas tu municipio.

¡Disfrutemos de la naturaleza! Llevaremos a nuestros pequeños a la nieve donde disfrutarán jugando y haciendo muñecos de nieve. Pasarán un rato divertidísimo rodeados de la gente que más les quiere.

Y para concluir con nuestro pentágono de actividades navideñas, te proponemos la realización de una obra teatral con los peques de la casa. A ellos les encanta disfrazarse y meterse en la piel de los personajes y con esta obra que os dejaremos a continuación podremos darles la oportunidad:

“El sueño de Daniel”
Voz en off: Una fría noche de navidad, un pequeño niño llamado Daniel estaba sentado frente al árbol de navidad, deseando que a la mañana siguiente, ya que era la noche de reyes, apareciese bajo el árbol el regalo que tanto ansiaba: una corona.
La familia de Daniel era muy humilde y el pequeño, en especial soñador, quería este regalo para ponerlo en la entrada de su casa y, así, todo el que entrase en ella vería que había puesto pie en una casa de reyes.
Daniel se marchó a dormir, ansioso de que llegase la mañana siguiente, y esto hizo que tardase mucho en conciliar el sueño, pero finalmente lo consiguió.
Una vez dormido, la mente de Daniel comenzó a soñar, apareciendo de repente en el lejano Oriente y encontrándose, para su sorpresa, con… ¡los tres Reyes Magos!
Los Tres Reyes Magos (al unísono): Daniel, ¿te gustaría ayudarnos a repartirlos regalos por todo el mundo?
Voz en off: Daniel no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. Obviamente aceptó la invitación y, sentado en un camello, emprendió el viaje con los reyes guiados por la estrella fugaz.
Estrella fugaz: Os guiaré en vuestro camino, pero para ello deberéis compartir y repartir alegría allá por donde paséis.
Voz en off: Tras largas horas de repartir regalos, Daniel seguía emocionado, sensación que aumentó al ver que estaban acercándose a su casa.
Faltaban tan solo un par de calles para llegar a casa del pequeño cuando, de pronto, apareció Jedeón, el rey desterrado. Daniel había escuchado alguna vez la historia de este rey, el cual traicionó a los tres reyes intentando robarles todo el oro, el incienso y la mirra que tenían, pero fue descubierto y desterrado a una tierra muy, muy lejana.
Jedeón: ¡No daréis un paso más sin entregarme todas vuestras posesiones!
Melchor: Son las posesiones de los niños de este mundo. ¡No permitiremos que te hagas con ellas!
Voz en off: Jedeón no admitía otra derrota y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de lograr su objetivo, de modo que lanzó un hechizo sobre los reyes, pero, antes de que les alcanzase, Gaspar gritó:
Gaspar: ¡Daniel, necesitamos tu ayuda, cree en nosotros!
Voz en off: Entonces Daniel, temeroso, sacó su lado más valiente y, poniendo toda su fe en sus amigos, consiguió que el hechizo de Jedeón rebotase contra él.
De repente, Jedeón comenzó a transformarse en piedra, cubriendo totalmente su cuerpo, excepto su brillante corona.
Tras esto, Baltasar se acercó al petrificado Jedeón, cogió su corona y se la entregó a Daniel diciendo:
Baltasar: No lo hubiésemos conseguido sin ti Daniel. Toma esta corona como muestra de nuestra gratitud.
Daniel: Pero Baltasar, ¿cómo he conseguido que su hechizo rebotara?
Baltasar: La fe de un niño todo lo puede.
Voz en off: Daniel abrió los ojos y despertó de su sueño. Vio que había amanecido, así que fue a despertar a sus padres para abrir los regalos.
Llegaron al salón y bajo el árbol había un regalo que sobresalía sobre los demás, ya que estaba envuelto con un papel especialmente brillante.
Daniel lo abrió y, para su sorpresa, dentro de él estaba… ¡la corona de Jedeón!
El pequeño no daba crédito. Se giró hacia sus padres y les dijo:
Daniel: Mamá, papá, ¡¿cómo es esto posible?!
Padre y madre de Daniel: La fe de un niño todo lo puede.





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